jueves, 30 de octubre de 2014

Todos caen

"No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños." Cicerón (106 AC-43 AC)

El endeudamiento a nivel mundial se encuentra en niveles máximos históricos. Tenemos las impresoras de medio mundo a toda máquina, los tipos de interés a mínimos históricos, burbujas por doquier, miseria para la mayoría de la población mundial y la cosa no acaba de arrancar.  Algo parece que falla.

La deuda y la necesidad de devaluar constantemente sus divisas ha sido el motivo de la caída de los grandes imperios a lo largo de la historia, provocado por un déficit público recurrente y excesivo, que nadie conseguía atajar.

Como vamos a ver todo esto ya ha pasado repetidas veces en la historia, y probablemente tengamos la suerte de verlo de nuevo en directo.

Imperio Ateniense:


Dominó el Mar Mediterráneo desde el 577 a.C al 146 a.C. El control de su territorio obtenido durante los años de expansión del imperio, suponía un gasto muy elevado por las continuas guerras en los diferentes frentes, así como el mantenimiento de su derrochadora capital, con sus fastuosas obras, monumentos y edificios públicos, y los lujos de sus gobernantes, que dejaban a todos asombrados pero que alguien tenía que pagar.

Durante el inicio del imperio del Ateniense, se produjo en Europa un acontecimiento que empezó a cambiar el futuro de la humanidad. Se inventó la moneda.

Las monedas fueron inventadas en lo que hoy es el noroeste de París, hacia el 620 a. C. (fueron inventadas independientemente en Antiguo Egipto hacia el 600 a.C.). Las monedas pronto se extendieron a las polis (ciudades estado) independientes de Jonia en la costa egea, y desde allí al resto del mundo griego, el cual se extendía en aquella época desde el mar Negro hasta Sicilia y el sur de Italia.

Esto produjo un gran cambio porque hasta la fecha el único dinero, que se conocía era el dinero real (oro y plata) que servía como unidad de cuenta y refugio de valor, por lo que era el medio utilizado para el comercio y realizar las transacciones.

Con este invento, el estado recaudaba los impuestos de sus ciudadanos, con dinero real (oro y plata), y era el encargado de acuñar monedas, emitidas por el estado, que utilizaba para hacer frente a los diferentes gastos públicos (guerras, infraestructuras, etc.). Pues bien, aquí es donde empieza el engaño masivo a la humanidad.

Inicialmente, las monedas acuñadas por el Imperio Ateniense tenían una elevada proporción de oro y de plata, y por tanto el valor se correspondía con el valor de los bienes y servicios de los que disfrutaban los ciudadanos.

En cambio, el estado Ateniense tenía un gran problema: EL DÉFICIT PÚBLICO!!!

¿Qué quiere decir esto? Simple y llanamente que gastaba más de lo que ingresaba. Por tanto, cuando uno gasta más que ingresa, no tiene otra que cubrir ese déficit vía endeudamiento. No obstante, como en ese momento aún no existían los mercados financieros de los que disponemos ahora, la solución no podía ser otra que reducir la proporción de oro y plata de las monedas que acuñaba el estado. La devaluación clásica.

Es decir, en vez de tener, por ejemplo un 95% de oro y/o de plata estas fueron reduciendo progresivamente su proporción. Por tanto, esto permitía con los mismos ingresos aumentar el nivel de gasto público. Estaremos de acuerdo, que no vale lo mismo una moneda con el 95% de plata y 5% de hierro, que una con el 5% de plata y el 95% de hierro.

Es como una especie de endeudamiento implícito del estado con sus ciudadanos. Te doy algo por el mismo precio que vale mucho menos. Esto produjo una consecuencia evidente: Inflación galopante.

Todo esto se pudo mantener durante un tiempo, hasta que los soldados atenienses (muchos de ellos mercenarios) y otros ciudadanos empezaron a no aceptar las monedas acuñadas por el Imperio, por la reducción de su poder adquisitivo y empezar a preservar aquellas monedas que tenían valor intrínseco.

Así, los soldados los abandonaron, los ciudadanos empezaron a ver la jugarreta de sus gobernantes, mientras que se morían de hambre, fueron devorados por los enemigos y sus insostenibles niveles de gasto público.

Imperio Romano

Fue una etapa de la civilización romana en la Antigüedad clásica, posterior a la República romana y caracterizada por una forma de gobierno autocrática. El nacimiento del Imperio viene precedido por la expansión de su capital, Roma, que extendió su control en torno al mar Mediterráneo. Bajo la etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando hasta llegar a su máxima extensión durante el reinado de Trajano. El período histórico abarca desde el 27 a. C.- 476 d. C.


Tropezamos con la misma piedra.

Durante los casi tres siglos anteriores al gobierno del primer emperador, César Augusto, Roma había adquirido mediante numerosos conflictos bélicos grandes extensiones de territorio que fueron divididos en provincias gobernadas directamente por propretores y procónsules, elegidos anualmente por sorteo entre los senadores.

Mientras que el Imperio fue creciendo, se fueron conquistando territorios, saqueando ciudades y expandiéndose la población que sufragaba los excesivos gastos militares y las enormes y envidiables infraestructuras, a través de los impuestos, todo funcionaba perfectamente. No obstante, una vez llegado a su punto máximo se encontraron con el mismo problema. Unos enormes costes estructurales, que no se podían mantener con los recursos limitados de los que disponían, y que se agravaron con los numerosos conflictos internos por las luchas de poder y del control del imperio.

A principio del siglo V, las tribus germánicas, empujadas hacia el Oeste por la presión de los pueblos hunos, procedentes de las estepas asiáticas, penetraron en el Imperio Romano. Las fronteras cedieron por falta de soldados que las defendiesen y el ejército no pudo impedir que Roma fuese saqueada por visigodos y vándalos. Cada uno de estos pueblos se instaló en una región del imperio, donde fundaron reinos independientes.
Vamos a ver en el caso del Denario (moneda oficial del Imperio Romano), para comprobar que se las gastaban igual que los Atenienses con sus moneditas.

El denario (lat. denarius, plural: denarii) fue una antigua moneda romana de plata acuñada aproximadamente entre el 268 a. C. y el 360. Su valor inicial equivalía a 10 ases, de ahí su nombre y su símbolo: “X".

Los inicios del denario se remontan al año 268 a.C. Su peso inicial fue de 4,54 gramos aunque en el año 217 a.C., su peso fue fijado en 3,90 gramos pasando a equivaler 16 ases. Con este valor se mantendrá hasta el año 64 en el que Nerón reducirá su peso hasta los 3,4 gramos. Las reducciones en el peso del denario continuarán, fijándose en 2,36 gramos bajo el mandato de Marco Aurelio y en los 1,70 gramos durante el gobierno de Septimio Severo (170 d.C.). La progresiva devaluación del denario continuó hasta que bajo el reinado de Caracalla se introdujo el Antoniniano, moneda que acabaría por sustituir completamente al denario bajo el gobierno de Gordiano III. 


Se puede observar que hay una clara correlación, entre la decadencia del Imperio, y las reducciones de valor de sus monedas.

Imperio Español

Fue el primer imperio global (1492-1899), porque por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes.
El Imperio Español alcanzó los 20 millones de kilómetros cuadrados a finales del siglo XVIII, aunque su máxima expansión se produjo entre los años 1580 y 1640, durante los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV periodo en el que tuvo lugar la llamada Unión Ibérica o unificación bajo la Corona Española de los imperios español y portugués. Durante los siglos XVI y XVII se creó una estructura propia no llamándose imperio colonial hasta el año 1768, siendo en el siglo XIX cuando adquiere estructura puramente colonial.

Vamos a ver como se repite de nuevo con algunos matices.

El mercado interior del Imperio Español, estuvo lastrado porque lo formaban un conjunto de reinos cuya independencia en asuntos fiscales y de “mercado”, que estaba garantizado por sus fueros medievales, de forma que no se pudieron suprimir las aduanas entre los reinos. Como consecuencia de ello, la sostenibilidad económica y humana del Estado recayó exclusivamente en la Corona de Castilla, que será la que soporte los costes del Imperio durante, al menos, 150 años.

La situación en Castilla, donde residía el 80% de la población, estuvo controlada, mientras la economía estuvo en expansión, con una inflación “sana” que invitaba a invertir en la agricultura y en las industrias pujantes de la época.

No obstante, el Imperio estaba condicionado, por la llegada de los metales preciosos de América, que provocó caídas en los tipos de interés, y el fuerte incremento de la población, generaba una elevada inflación, dado que la demanda de productos era alta y el dinero accesible. Las inversiones se recuperaban pronto y se obtenían elevadas plusvalías.

Sin embargo, todo esto cambió, y se inició un rápido deterioro con el primer impago de deuda soberana española en el año 1557. A este impago le sucedieron otros impagos de deuda en los años 1575, 1596, 1607, 1627 y 1624.  Sí, 6 impagos en menos de 70 años.
Y, ¿por qué? Fácil. Otra vez la misma canción.
 
La economía presentaba unos elevados niveles de endeudamiento, derivado del déficit público recurrente, fundamentalmente por las numerosas y continúas guerras. La bola de la deuda, crecía y crecía mientras eran incapaces de hacer frente a la misma, y se derrumban los niveles de inversión en la economía productiva.
 
La combinación de subida de impuestos, para hacer frente al déficit público, así como la acuñación masiva de moneda, provocaron un aumento sostenido de los precios durante décadas, que provocó la quiebra del pequeño campesino y una crisis industrial sin precedentes (por el incremento de los costes de producción, y la posterior deslocalización de la industria hacia otros países de Europa).
 
La situación fue empeorando progresivamente, dado que la mayoría de la plata que llegaba de América, se utilizaba para hacer frente a las deudas, con unos intereses que llegaron al 70%, por lo que la única solución era la devaluación de la moneda (reduciendo la cantidad de plata o aumentando el nominal) para poder seguir haciendo frente a los gastos del estado. Además durante se produjo una reducción de la cantidad de plata producida procedente de las minas, que supuso la puntilla para la capacidad financiera del Imperio.
 
En el s.XVII, la desconfianza en el dinero era total. Se calcula que la inflación rondaba el 250%. El vellón español (una de las monedas acuñadas por el Imperio) perdió el componente de plata y los pleitos ciudadanos proliferaban a sus anchas. Para comprar 45 kilos de queso se necesitaban 184 kilos de monedas.
 
Imperio Americano

El Imperio Americano, nació en 1776 con la Declaración de Independencia, que fue aceptada por Gran Bretaña en 1783, en el Tratado de París.
 
La influencia estadounidense a nivel mundial, aumenta rápidamente en el s.XX, tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el crash de 1929 y fundamentalmente tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), donde estableció su hegemonía a nivel mundial.
 
Estados Unidos surgió de la Segunda Guerra Mundial como la economía más fuerte del mundo, viviendo un rápido crecimiento industrial y una fuerte acumulación de capital. Los EE.UU no habían sufrido las destrucciones de la Segunda Guerra Mundial, tenían una industria manufacturera poderosa y se enriquecieron vendiendo armas y prestando dinero a los otros combatientes; la producción industrial de los EE.UU en 1945 fue más del doble de la producción anual de los años entre 1935 y 1939. Además, por ese entonces en EE.UU se concentraba cerca del 50% del PIB mundial con menos del 7% de la población del mundo.
 
A dichos acontecimientos les han ido sucediendo otros acontecimientos de cracks económicos, como por ejemplo, la crisis petróleo en 1973, crisis puntocom en el 2000 y la crisis de las hipotecas subprime en 2008, así como un aumento de las guerras y conflictos bélicos por todo el mundo (Vietnam, Irak, Afganistán, etc.). Nada resulta casual. Cada cierto tiempo dan una pasadita a ver que se puede pescar.
 
Bien, vamos a ver como todo esto coincide perfectamente con los cambios en los diferentes sistemas monetarios.
 
El sistema monetario imperante en el siglo XIX y principios del siglo XX, era el conocido como Patrón Oro.
 
En dicho sistema el valor de la moneda de un país era totalmente convertible en gr. de oro y podías reclamar el cambio de los billetes a oro. El oro disponible en las arcas de cada país aseguraba la plena convertibilidad interna y determinaba, por consiguiente, la cantidad de dinero en circulación, que trataba de evitar los desmanes ocurridos como hemos visto en diferentes Grandes Imperios a lo largo de la historia.
 
Parecía que empezábamos a aprender algo, sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial y la gran depresión económica de principios del s.XX, se fue abandonando progresivamente dicho sistema, que finalizó con la firma del acuerdo de Bretton Woods (1944).
 
Allí fue donde se establecieron las reglas para las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados del mundo, para poner fin al proteccionismo económico y el fantasma de la deflación ocurridos tras la Primera Guerra Mundial. También se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, usando el dólar como moneda de referencia internacional, y la única que aseguraba convertibilidad plena con el oro. Dichas organizaciones empezaron a funcionar en 1946.
 
Por tanto, a partir de ese momento Estados Unidos era el único país que podía pagar sus deudas imprimiendo dinero (su propia divisa). Fantástico.
 
 
Pero, una vez más, la fiesta no fue suficiente.

En mayo de 1971 la economía estadunidense tenía por primera vez en lo que iba del siglo XX un déficit en la balanza comercial. Para corregir tal déficit y la caída del valor del dólar se necesitaría abandonar los tratados de Bretton Woods, convirtiendo de esa forma al dólar estadounidense como la moneda de reserva mundial. Otro factor importante para este cambio fue que la guerra de Vietnam, tanto en el plano económico como militar, drenaba las reservas estadounidenses.
 
Guerras y déficits. No sé a qué me recuerda....
 
Nixon ordenó el 15 de agosto de 1971 cerrar la ventanilla de cambios de oro por dólares y terminó así con el régimen de libre convertibilidad del dólar y el oro cambiando la historia financiera profundamente de ahí en adelante.
 
Es decir, ahora mismo, todas las divisas se encuentran referenciadas entre ellas, siendo la divisa de reserva mundial el dólar, y cuyo valor está respaldado por la confianza en el organismo emisor, la Reserva Federal de EE.UU.

Evolución de la deuda pública EE.UU 1900-2014:
Como vemos, la deuda pública ha crecido de manera brutal justamente desde 1940, y vemos perfectamente como a partir de 1980 se vuelve a disparar de nuevo, hasta situarse en 2014 cerca de los 17.884 billones de dólares.
 
Aquí os dejo un enlace a una web, donde se muestra en directo los niveles de deuda de EEUU y otros ratios, y unos ratios del endeudamiento de los principales países. Ciertamente te da la risa.

 
Evolución masa monetaria EEUU (cantidad de dólares en circulación):

 
Parece que como hicieron atenienses, romanos y españoles, a alguien se le está yendo un poco la mano con el tema de la imprenta (antes acuñación).
 
Como se observa, en 1944 hay un pequeño aumento de la base monetaria que crece progresivamente hasta 1973, que es donde el aumento de la cantidad de dólares en circulación empieza a crecer a un ritmo más elevado, gracias al amigo Nixon.  En 2008, coincidiendo con el colapso financiero derivado de la burbuja inmobiliaria y las subprime, podéis ver como se ha multiplicado la base monetaria por tres en cinco años.
 
Como dijo el amable y bondadoso abuelete Alan Greenspan (Presidente de la Reserva Federal desde 1987 a 2006):

Por recapitular:

a) Deuda pública en niveles insostenibles.
b) Déficit público recurrente y excesivo.
c) Incremento de la base monetaria y pérdida del valor de la divisa.
d) Alejamiento gradual de los gobernantes y dirigentes de la realidad social y económica, unida a una transformación en inmortales, encontrándose por encima del bien y del mal.



Amigos míos, a lo largo de la historia han existido miles de divisas, sin embargo ninguna ha sobrevivido, por un periodo sostenido de tiempo, dado que su valor tiende a su valor intrínseco (cero patatero) y todos los imperios son infectados por los mismos males.

 2.500 años después seguimos igual. Sean cautos.


Fuentes consultadas:
Causas declive Imperio Español. Claudio Vargas.
Wikipedia.
http://listas.20minutos.es/lista/los-imperios-mas-poderosos-de-la-historia-263741/

2 comentarios:

  1. Un artículo muy ilustrativo, yo pondría en las universidades el ejemplo del imperio romano, sobretodo la devaluación de la moneda.
    De todas formas, voy a leerme el programa electoral de "Podemos" no sea que lleven como propuesta un nuevo sistema monetario....

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  2. Os dejo un enlace de un documental de la burbuja de los tulipanes en el año 1673.

    http://www.rtve.es/alacarta/videos/docufilia/docufilia-burbuja-del-tulipan/2993586/

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