Por Javier Valero - @Valero_VLC
Domingo
Domingo
Despierto aturdido y confundido, por lo que empaqueto rápido y me bajo al bar, buscando sanación. Es Madrid, y es un bar cerca de la estación de Estrecho. Dejo la bolsa a mis pies y pido al camarero un café con leche y un cruasán a la plancha. Mientras intento que ningún detalle de las pasadas tarde y noche se evapore demasiado rápido, cojo un periódico que más parece un folletín de barrio que un diario de tirada nacional, de tan lamentable que es el nuevo diseño de su portada. Entre absurdas noticias de casta que un domingo por la mañana no interesan a nadie, el suplemento central cierra con una columna de Manuel Jabois. He leído esta sección en semanas precedentes, pero hasta ahora, hasta este preciso domingo, no me he dado cuenta de que quería replicarla yo. Así que, una vez más, plagio a mis semejantes y me lanzo con este nuevo formato. A ver cuánto me dura. Hasta que me aburra. Y que me perdone Jabois.
Lunes
Leo el nuevo post de Jesús Terrés aka Nada Importa. Me gustaba el Terrés de antes, el crápula, el dandi algo cínico y con cierta retranca. Me gusta algo menos el nuevo Terrés, el gastrónomo, pero qué demonios, le sigo con la misma frecuencia e intensidad que al principio, así que algo estará haciendo bien. De vez en cuando, Nada Importa vuelve por sus fueros, como esta semana. En uno de sus consultorios, le escribe un tío con problemas con su princesita, "un tanto manipuladora, un pelín posesiva". Que si la deja o no. Terrés cierra con un párrafo magistral (excepto por el extraño uso de la formas usted y tú juntas en una misma frase, no sé si a propósito): "Usted —déjeme apostar—, aguantará el temporal y pagará los cristales
rotos de a saber qué infeliz; y finalmente será ella la que te mande
amablemente a tomar por culo cuando haya sanado sus heridas: volará
cuando el ala esté curada. Lo vas a hacer porque es lo que tienes que hacer, lo harás porque usted
es un hombre de bien y porque en el fondo, ya has elegido. Y esto acabará y habrá otros mañanas tras otras promesas en tantas
otras sábanas. La olvidarás (así funciona el juego) y es probable que
alguna vez recuerdes lo imbécil y pringado que fuiste pero nunca
(créeme) podrás arrepentirte de tomar el único camino posible: hacer las cosas bien".
Martes
Cierro el día con unas terribles ganas de dormirme durante meses y despertar cuando Podemos haya ganado o no, cuando PP y PSOE estén gobernando juntos o no, lo que tenga que ser. Pero ahorrarme los artículos pro y contra Podemos, los chats de Whatsapp con sus posiciones furibundas y las conversaciones de bar, el tremendismo y la irresponsabilidad de los que ven fantasmas del 36. Cansinos todos, por Dios.
Miércoles
Termino Nosaltres els valencians, de Joan Fuster. Lo compré el 11 de octubre, en plena resaca post Dia dels Valencians. Sabía que, en cierta medida, me iban a molestar muchas de sus tesis, pero a veces hay que hacer cosas con las que no estás cómodo. Pese a que, efectivamente, sus posturas son radicales, algunas de sus premisas revuelven conciencias y tiene opiniones difíciles de digerir (llega a aprobar la expulsión de los moriscos de principios del s. XVII), da que pensar, y el lector que no quiera cerrarse en banda tiene un amplio recorrido para reflexionar sobre los valencianos, nuestro origen, quiénes somos, hacia dónde vamos, y con quién debemos ir, si es que debemos ir con alguien.
Jueves
Ayer murió Mike Nichols, director de una de las películas fundamentales de éste que escribe. Natalie Portman, Julia Roberts, Clive Owen y Jude Law. Tremendo combo. Con esa primera escena de Natalie andando entre la multitud mientras suena el The Blower's Daughter, de Damien Rice (now playing, mientras escribo, por cierto). Es de esa clase de películas que te da miedo volver a ver, por si no produce el efecto de la primera vez o, incluso, desaparece. No obstante, no lo creo. Pero por si acaso, me la dejo pendiente de revisar. Cuando sea el momento.
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