miércoles, 25 de diciembre de 2013

Series: Siete razones por las cuales hay que ver Tremé

Este domingo se emite por la HBO el último capítulo de Tremé, la serie creada por David Simon. A lo largo de cuatro temporadas, Tremé nos ha ofrecido un retrato de la Nueva Orleans post-Katrina, de sus gentes, de su forma de vida, de sus tradiciones, de su música; historias de supervivencia, de orgullo por un pasado, de esperanza por un futuro, de amor por lo propio. Para quien todavía no haya llegado a esta serie (afortunado él, que tiene casi 40 horas por delante para caer rendido a esta maravilla), permítannos que le ofrezcamos siete razones por las cuales hay que ver Tremé.

  1. Música
La serie toma su nombre de uno de los barrios más auténticos de Nueva Orleans, lugar donde los esclavos negros se reunían los domingos para bailar. Una ciudad, Nueva Orleans, vinculada por tanto, desde sus inicios, a la música. Si cuando hablan de Los Soprano, Homeland o Perdidos, los conceptos que uno asocia son mafia, agentes de la CIA o islas donde las leyes de la física no funcionan (bueno, en este último caso, también osos polares, escotilla o engañifa barata), al pensar en Tremé pensamos en música. En Tremé se da cita, por supuesto, el jazz, en todas sus variantes. Pero también el blues, el rock, el rap, el rythm & blues, etc. Es Tremé un recorrido por la música, predominante en la vida diaria del habitante de NOLA (acrónimo de Nueva Orleans, Louisiana); por la serie desfilan figuras del orden de Dr. John, Steve Earle, John Boutté, Kermit Ruffins o Trombone Shorty (confesamos que no habíamos oído hablar de la mayor parte de estos nombres hasta empezar a ver Tremé; ahora son imprescindibles), además de sonar composiciones de los antiguos del lugar. Suena música en todas partes: en la calle, en los bares, en los restaurantes, en las casas, en los estudios de producción, en la escuela, en el festival de jazz, en los coches. La música es lo que da cohesión y fortaleza para seguir adelante, el hilo conductor, lo que verdaderamente importa, el alfa y el omega.

  1. Los actores
Tremé cuenta con un reparto coral, en el que ninguno de sus protagonistas guarda un papel demasiado preponderante frente al resto. De todas formas, no podemos dejar de destacar el carisma de personajes como Antoine Batiste (Wendell Pierce), músico profesional dando tumbos -como todos- por diferentes bandas, de sala en sala, intentando sobrevivir; Albert Lambreux (Clarke Peters), Big Chief, una leyenda en la ciudad, con una de las personalidades más arrolladoras de la serie; y Davis McAlary (Steve Zahn), locutor de radio y una de esas personas que pone el alma y la pasión en todo lo que hace, siempre con una estima congénita a Nueva Orleans, a su pasado y a su futuro. Fundamentalmente son profesionales que creen en lo que hacen, actúan sin imposturas. No hay aquí ningún Brando de vuelta de todo. Es interesante seguir sus cuentas de Twitter, en las que, meses después de acabar de rodar la serie (y como les pasa a los protagonistas de The Wire, algunos de los cuales también trabajan en Tremé) siguen orgullosos del trabajo realizado. ¿No creen que esto es buena señal?

  1. Las actrices
Y si los actores son fantásticos, qué decir de las actrices. Mujeres con un patrón común: la superación personal y colectiva, el trabajo duro, la conciencia de una misma. Para el espectador siempre quedarán en la memoria LaDonna (Khandi Alexander), la fortaleza y el crecimiento personalizados, Toni Bernette (Melissa Leo), abogada defensora de causas imposibles, Janette Desautel (Kim Dickens), luchadora hostelera, a pesar de todas las trabas que se interponen en su camino, o la bellísima Annie (Lucia Micarelli), magnífica violinista, a la que acompañamos desde sus inicios en las calles a su éxito, que puede llegar a alcanzar a costa de sacrificar ciertas cosas.

  1. Gastronomía
La cocina juega un papel fundamental en la vida diaria de Nueva Orleans. Para un aficionado a la gastronomía, Tremé es una auténtica delicia. Principalmente a través del personaje de Janette, asistimos a un festival de formas, colores, y casi olores y sabores (desde el plato más sofisticado hasta una barbacoa callejera), fruto de la variedad cultural de la ciudad y su origen cosmopolita. Tampoco falta en NOLA el alcohol y los cócteles, lo que nos hace inevitablemente recordar el momento en que la infundada opinión de un crítico hace que Janette le arroje un sarezac -combinado de coñac, tónica Peychaud's, absenta- a la cara.

  1. Fiesta
En todas las temporadas de la serie se muestran los días de Mardi Gras, celebración anual que incluye música, desfiles, comida, collares de abalorios, más música, disfraces que en ocasiones se elaboran durante todo un año. Un periodo de tiempo en el que vale todo. Pero durante el año la ciudad sigue viva, con sus bares y salas de conciertos. Es Nueva Orleans una ciudad en la que su población gusta de vivir en la calle todo lo posible, de conocer a gente nueva. La presencia constante de la diversión y la vida en comunidad contribuye a incrementar la verosimilitud de la serie. Y, efectivamente, viendo Tremé, uno no puede evitar el deseo de coger un vuelo a Louisiana, dejar las maletas en el hotel, salir a la calle, conseguir bebida en algún bar, ponerse un collar de abalorios en un desfile, dejarse llevar.

  1. Historia
David Simon (creador, también, de The Wire; en pie saluden) trata de mostrarnos, sin apabullar, la rica y casi inabarcable historia de la ciudad más grande de Louisiana. La herencia criolla, los “Big Chiefs” de las tribus indias locales, la “second line” -banda que acompaña al difunto en los funerales-, las consecuencias del huracán Katrina y tantos y tantos detalles, a través de los cuales es inevitable acabar amando a Nueva Orleans.


  1. Ritmo narrativo
No se espere encontrar en esta serie grandes escenas de acción, complicadas y laberínticas historias de amor, efectismos y héroes al uso. En Tremé todo transcurre a su ritmo, al ritmo de la gente que lo habita, sin artificios ni urgencias. Precisamente por esto Tremé es real, uno siente que lo que está viendo es lo que hay. David Simon es periodista de profesión y la querencia del reportero está muy presente. Las pequeñas cosas que hacen funcionar a una ciudad son el motor de la serie; historias mínimas e individuales, surgidas de la experiencia personal de gente corriente luchando por sobrevivir y hacer, cada uno a su manera, mejor lo que les rodea. Gente corriente mucho más influyente que aquellos que quieren reconstruir la ciudad con estrambóticos proyectos ajenos a la historia de la misma, ávidos de ganar dinero a costa de acabar con Nueva Orleans. Gente corriente tratando de salir adelante a pesar de la gestión gubernamental deficiente, las ayudas que no llegan, la justicia inoperante, la burocracia de la educación, la corrupción y desidia de la policía. La gente corriente es la que da sentido a la serie y a la propia ciudad: personas que, por muchas apreturas que tengan, siempre se guardan una botella de vino para disfrutar de ese momento íntimo. La vida es seria; de ahí que se la haya que tomar con ligereza.

 Mighty cooty fiyo

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