Nuestros políticos, más que la
propia ciudadanía, llevan unas semanas de hipocresía total (y ya van miles) al
respecto de una tragedia humana y el cumplimiento del deber y la obligación de
servicio al pueblo español.
La gente que emigra de su tierra
siempre lo hace para mejorar y vivir mejor, desde distintos puntos de necesidad,
los hay que para tener trabajo como es el caso de nuestros compatriotas en
estos días (y en el pasado) en Alemania, y los hay por necesidad extrema,
comer.
Desde el principio de los
tiempos, el hombre es nómada en busca de alimento con el que perpetuar la
especie y arriesga su vida para ello. Esto ocurre actualmente en el norte de
África con destino a Europa (y México y la frontera de EEUU), gente que
arriesga su vida para vivir en mejores condiciones, ejemplos tan flagrantes
como las tragedias de Lampedusa en Italia y en la Ciudad Autónoma de Ceuta en
recientes fechas.
Tanto Ceuta como Melilla, se
encuentran colapsadas por la avalancha de inmigrantes que en busca de una vida
mejor hacen uso de los servicios públicos que pagamos entre todos los
españoles, y por tanto, dejan de tener su efectividad hacia el pueblo al que se
deben.
Al otro lado de la valla, tenemos
esas mejores condiciones de vida y que para mantenerlas, entre otras cosas,
tenemos a la Benemérita, el Instituto Armado de la Guardia Civil fundado en 1844
por el II Duque de Ahumada y que tiene como misión primordial desde sus inicios
la protección y defensa del libre ejercicio y libertades de los españoles y
garantizar la seguridad ciudadana. Por tanto, como su misión indica, garantizar
para el pueblo español que lo que paga con sus tributos repercuta directamente
en dicho pueblo español, y en caso de excedente, que revierta en el bien común
de la sociedad, sean o no españoles. Para ello, y en cumplimiento de la
legislación migratoria nacional y europea, la Benemérita realiza una serie de
actuaciones para regular la entrada de inmigrantes de forma legal al territorio
europeo, cumplen la legislación al respecto y no nos olvidemos, son militares,
no azafatas de bienvenida, no seamos hipócritas.
Todos aquellos que ahora se tiran
de los pelos ante la actuación de la Guardia Civil deberían ponerse en la piel
del niño español de Ceuta que va a urgencias y no puede ser atendido por qué se
encuentran colapsadas, colapsadas de españoles y de inmigrantes que han entrado
de forma ilegal en territorio español, y por tanto, europeo. Si no fuéramos
Europa, España lo tendría fácil, cierra las fronteras y punto, pero como somos
Europa la responsabilidad es tanto de los que están en Madrid como los que
están en Bruselas, donde es muy fácil abrir la boca para criticar pero a la vez
no quieren perder su estado de bienestar, malditos hipócritas, burócratas y sanguijuelas
del servicio público.
Dirigentes, actuad conjuntamente
y ayudemos a que dichos países de origen corrijan sus deficiencias, no nos
miremos tanto el ombligo y miremos más en ayudar al prójimo, pero no aquí, cuando ya han tenido que abandonar su
hogar, sino en su país, donde la miseria extermina la evolución del mismo.
Buen fin de semana a todos
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